Antes de embarcarse en un viaje de compras en línea para comprar una alcancía de un minorista, tómese un momento para sumergirse en los orígenes de esta encantadora herramienta de ahorro. Cierre los ojos y transporte su mente aproximadamente seis siglos atrás. Según Mandi Woodruff de Business Insider, en la Edad Media, las personas guardaban su dinero en tarros de cocina. Cuando alguien tenía una o dos monedas para ahorrar, las colocaban en “tarros de arcilla, una maceta de pygg”. Con el tiempo, el término “pygg” evolucionó con el alfabeto inglés, convirtiéndose eventualmente en “pigge” y, finalmente, “pig”.
Hoy en día, una búsqueda en Google de “alcancía” arroja numerosas variaciones en formas, tamaños y materiales. A continuación, proporciono algunos consejos para su viaje de compra de alcancías, que también podrían ser un regalo considerado de Navidad.
Consejo 1 – Evite materiales de cerámica o fácilmente rompibles.
Los niños, llenos de energía y emoción, pueden tropezar y romper accidentalmente una alcancía. Las alcancías de cerámica, cuando se rompen, podrían causar lesiones a usted o a su hijo. Considere optar por plástico resistente u otro material difícil de romper.
Consejo 2 – Comience con una única ranura para monedas y avance a una alcancía con múltiples categorías.
La clásica alcancía con una única ranura para monedas es una excelente manera de ayudar a su hijo a practicar la inserción de monedas. Dependiendo de su edad, el uso de la destreza manual necesaria para colocar la moneda en la ranura puede ser desafiante al principio. Sin embargo, ¡estarán encantadoramente emocionados cuando finalmente dominen la inserción de monedas y probablemente estén ansiosos de más! Alrededor de los 3-4 años, considere actualizar a la siguiente alcancía, que puede tener múltiples categorías como ahorro, gasto, donación/regalo e inversión. Enseñe a su hijo los significados de cada categoría y la importancia de asignar dinero a cada fondo, conocimientos que pueden perdurar toda la vida.
Consejo 3 – Cultive el hábito del ahorro.
Según James Clear, “En promedio, se necesitan más de 2 meses antes de que un nuevo comportamiento se vuelva automático, 66 días para ser exactos. Y el tiempo que tarda en formarse un nuevo hábito puede variar ampliamente según el comportamiento, la persona y las circunstancias”. Una estrategia efectiva es establecer un recordatorio en el calendario de su teléfono. Elija un día y hora específicos cada semana para una breve reunión familiar, que no dure más de 5-7 minutos, para reforzar la importancia del ahorro.
Enseñar a sus hijos sobre el dinero usando una herramienta de ahorro clásica como una alcancía puede no solo ayudarle a crear un vínculo con su hijo sino también fomentar hábitos de ahorro que generen recuerdos duraderos.